lunes, 16 de abril de 2007

LOS JESUITAS EN CORDOBA

Los testimonios de la acción de la Compañía de Jesús en la provincia ocupan un lugar de privilegio.
En el lapso de tiempo comprendido entre 1599, año de la llegada de la Orden a Córdoba, y 1767, cuando se produce su expulsión por el rey Carlos III de España, la Compañía de Jesús estableció un sistema cultural-social, religioso, económico y territorial único en Américana hispana que marcó el desarrollo cultural, económico y territorial de la provincia.

El sistema, centrado en la Ciudad de Córdoba, se organizó alrededor de las empresas educativas y espirituales de la Compañía, dando origen al Colegio Máximo en 1610, a la Universidad en 1622, al Colegio Convictorio de nuestra Señora de Monserrat en 1687 y al Noviciado.

Para asegurar el sustento económico de esos emprendimientos culturales, se organizó y consolidó un sistema de estancias, establecimientos rurales productivos situados en el interior de la provincia. Las seis estancias fueron Caroya (1616), Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), Alta Gracia (1643), La Candelaria (en 1678) y San Ignacio (en 1725).

El carácter único y relevante a nivel internacional de esta experiencia y sus testimonios patrimoniales ha sido reconocido por la UNESCO, que ha incluído el "Camino de las Estancias Jesuíticas" y "La Manzana Jesuítica" en la Lista de Patrimonio de la Humanidad.

El "Camino de las Estancias Jesuíticas" constituye un itinerario turístico cultural que permite descubrir y conocer los valores patrimoniales y la importancia a nivel mundial de estos lugares históricos. Es la ocasión de descubrir paisajes, tradiciones y costumbres que marcan la identidad de Córdoba cultural y turística.

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